Mi encuentro con dos grandes
- Ricardo Trujillo
- Oct 18, 2017
- 3 min read
Por Ricardo Trujillo
Club Rotario Comercio
El Club Rotario Comercio como apoyo al Programa End Polio Now de Rotary Internacional, inició una campaña a nivel Nacional de amplia difusión en todos los medios de prensa, invitando a personalidades uruguayas a participar en la misma, aportando su foto con la señal que indica lo poco que nos falta para erradicar la polio. En mi búsqueda de personas representativas y gracias a la colaboración de Mariano Rodrigo del Club Rotario la Comercial, tuve la oportunidad de conocer a Gustavo Zerbino, uno de los sobrevivientes del accidente del avión FH-227 de la Fuerza Aérea Uruguaya el 13 de octubre de 1972, donde sobrevivieron 16 personas tras 72 días en las alturas; Gustavo se encontraba en compañía de Juan Maggi a quien yo conocía solo a través de medios de prensa, pero ¿quién es Juan?
Juan Maggi, es argentino, al año tuvo esa maldita enfermedad que se llama poliomielitis y por el resto de su vida se tiene que manejar con bastones para poder caminar, es un deportista de la vida; después de dos infartos a los 37 años, pensó que iba a vivir de los recuerdos y que nunca más iba a poder hacer nada. Se compró una bicicleta movilizada con los brazos y se puso a entrenar para correr la maratón de Nueva York y después llegó a Roma para el Triatlón Ironman. El cuerpo de Juan andaba a rastras por el piso; recuerda que cuando era niño, las mujeres pasaban por su lado y decían 'pobrecito', porque caminaba con bastones, eso lo enojaba mucho y pensaba que algún día esas mujeres lo mirarían con otros ojos.
Juan Maggi tiene 54 años, carece de movilidad en sus piernas y sufrió dos infartos, pese a todo, a fuerza de voluntad y coraje y un corazón enorme el mismo que superó dos infartos, desafió y escaló la cordillera más alta del mundo a más de ocho mil metros de altura, en la que se encuentra el monte Everest.
Juan, casado y papá de cinco hijos, nunca se rindió, siempre miró para adelante, su slogan preferido es: "Más allá de caminar, lo más importante es vivir de pie", porque sus piernas no tienen movilidad y la hazaña de llegar a lo más alto de los Himalayas la hizo con una bicicleta que moviliza con sus brazos. Alcanzó los 5.600 metros de altura, lo máximo que se puede alcanzar con una bicicleta y durante meses se preparó para esta aventura, incluso se hizo revisar por médicos, preparó ropa adecuada para el ascenso, analizó si podía soportar la altura, las temperaturas y el agua, porque debió cruzar varios ríos.
Practica equitación y al margen de sus dificultades físicas todos los días está arriba de un caballo y ahora tiene piernas biónicas, que es un sistema hidráulico que se adapta a las piernas y le permite pararse y moverse por primera vez. "Estoy feliz porque es lo que busqué toda mi vida y lo hago a través de una computadora"; le aconseja a los que tienen problemas motrices: "No se queden encerrados en casa, tienen que salir, no hace falta correr maratones, solo tienen que practicar algún deporte. Y es bueno para el corazón y les devuelve los sentimientos que perdieron".
Ahora Juan es una persona feliz porque logró vencer a la polio. "Ya no habrá chicos con ese flagelo como lo sufrí yo y aprendí a vencerlo; Chau Polio, hasta nunca", esta es una frase de Juan.
Ahora, Juan Maggi va por más; su intención es llegar a la Cordillera de Los Andes, al lugar donde cayó el avión que transportaba a los rugbiers uruguayos en 1972.
Les pedí a Gustavo y a Juan su foto para nuestra campaña y con la humildad de los grandes, accedieron y me agradecieron por invitarlos a participar.
¡Gracias Gustavo, gracias Juan!
END POLIO NOW, Terminemos con la Polio.
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